Estoy esperando alguna respuesta inesperada, como alguno de los mensajes con los buenos días, con esos te quiero, con esos te extraño, con esas palabras que leía y causan efecto en mi. Otra vez te vuelvo a llorar, te extraño. Es que no se que es lo que extraño de todo lo que siento.
Por que no querés reconocer que a veces sentís, pero sos tan cagón de jugártela? No pretendo que dejes nada por mí, pero no te mientas, no quieras ocultar algunas verdades.
Cuando dije que no apostaba, ya no esperaba mas nada de los dos, me diste una ultima caricia para seguir luchando contra vos.
Aunque no exista en tu vida, aunque quizá no pase ni un segundo por tu mente, y sea una persona mas de las que pasó por tu libro de historias y memorias, todavía sos mi presente.
No entiendo que me hiciste, porque había jurado no querer sentir más de la cuenta, pero hiciste que creyera en todo lo que no creí.
En una canción, en una palabra, en una frase. Te recuerdo y me sonrío y me dan ganas de tenerte como hace tiempo, yo amarrada a tu cintura y que el mundo importe poco. No me dejes que no sienta mas esa sensación, nariz con nariz, buscándole ese gusto a la felicidad.
Tengo miedo de quedarme en el camino para vos, y que vos termines siendo mi único camino. Me soltás la mano y alguna que otra vez me volvés a tocar el hombro buscando alguna palabra, algún momento, y no se decir que no.
Lo sabes, hice todo lo que pude y hoy me rendí.