...


      Babe can't you see that this is killing me?
Me canse de mis palabras tiradas en un tacho de sueños usados, me canse de tus impulsos lastimosos, de tus miradas ciegas, de tus palabras invisibles que dañan para ser tan mentira, reviví en cada abrazo, para morir en una falla mas. Viví más, para tener la esperanza de encontrarte, resucite en tu boca de palabras falsas. Me quise fortalecer tratando de olvidar, me reprimí los miedos tratando de escapar, me encontré con el muro de mis lamentos por no haber frenado antes, antes de estar tan encadenada a un sueño.
Me creí que yo si podía, me creí la única. Me sentí tan viva, pero nunca supe todo lo malo que tenia. Me negué a aceptar, me quise desterrar de las penas. Me encontré sola, me sentí libre, me sentí viva, me negué a tu recuerdo.

Busco tus labios, que pronuncien mi nombre, que me acaricien suave, que me mientan si hace falta. Busco calor en tus brazos, pasión en tus besos. Busco miradas perdidas, silencios cómodos. Busco hechos no palabras, busco buscarte y que me encuentres. Quiero tenerte cerca, tan cerca que pueda sentir tu olor, que pueda oír tu corazón latir.  Quiero morir en una esquina cuando tu beso me derrita y resucitar para volver cada vez que me lo pida. Quiero que me quieras de mentira, que me mimes porque si, que lo vuelvas a intentar. Quiero tu abrazo suicida, aunque sepa que es mentira y me cueste la ruina.
Cuando sentís algo, es difícil sacarlo, olvidarse y hacer como si nada hubiera pasado. Si todo fuera tan fácil, y manejar al corazón sea algo tan simple… Cuanto más tratas de olvidar, mas recordás. Cuando más querés arrancar el dolor, se siente más fuerte. Y duele. Todos pasamos por heridas, que después solo quedan marcas, que a veces es mejor haberlas vivido, que nunca haberlas sentido.  Pero tienen que sanar y solo traer recuerdos. Hay que saber donde parar y abrir los ojos, sacarse la venda y mirar la realidad. Caer de la nube y mirar el afuera, mirar lo que rodea, que hay cosas mejores que no hay que perder por perder el tiempo con penas. Después te das cuenta que todo sirve, para bien o para mal, como experiencia o error, sirve. Una lección es, pero en el momento de que pasa la parte peor, es solo un consuelo. Cuesta tanto confiar, saber que los mismos brazos que te abrazaron ayer, no te abrazaran solo a vos mañana. Que esos mismos brazos van a engañar a otros. Porque el amor es uno, nunca son muchos. Si hay muchos, no hay amor. Algún momento, a todos nos toca enamorarnos, pero recibir lo mismo, ser correspondido, no es fácil, no suele pasar siempre. Y perdemos ese tren que queríamos seguir, pero que ya no tiene cupo.
Da bronca porque pensás que entregaste hasta lo que no podías, dabas la vida, el alma y  sentimiento. Eso vale tanto, pero tan poco para otros. Hay que saber elegir. El que te quiere hoy, ya mañana quizá no. El que no te supo valorar hoy, no lo va a hacer nunca hasta que te pierda, y vea que eso que dabas, no lo sentiría con otra persona. Nunca rebajarse, aprender a quererse y buscar algo que valga realmente la pena.

Manchando de inocencia las paredes
Pisando con tus suelas todo el miedo


Hay veces que trato de hacer las cosas lo mejor posible, y tanto que quiero, pierdo. Dicen que existe la ley de atracción, queres algo con todo tu corazón y lo conseguís sin más. Pero yo no dudo de mis sentimientos y es de verdad, pero por que yo no puedo obtener lo que quiero? Quizá me niego a una realidad diferente. No existe lo imposible, pero si lo posible que hiere y no sirve con el transcurso del tiempo. Quiero que se cumpla la ley de atracción en las leyes de mis sentimientos y que hagan real hasta lo que estoy más convencida de no llegar. No pretendo nada material, solamente pretendo conseguir sentimientos que marquen a alguien, y no porque yo sea especial, sino porque mis sentimientos se encarguen de hacer feliz a alguien, con la esperanza de recibir lo mismo. Es hora de dar, sin fijarse en recibir o no, a la larga… todo vuelve.

Creo que hoy en día se desvirtúo mucho la palabra , te quiero, o te amo, te necesito. Creo que la primera la siento por muchos, no por todos. La segunda, la sentí por pocos y la tuve que dejar de sentir por menos todavía. Y el te necesito lo dije el día que alguien me hacia falta para completar mis ganas de ser. Creo que hay que tener más temor a decir cada una de ellas, no por miedo, porque no sirve, sino para pensarlas antes de decirlas. Uno debe decir lo que grita el corazón, no lo que parece decir en voz baja sin tener la seguridad de si es así. Con esto no quiero decir que hay que dejar de arriesgar por miedo a no encontrar lo que buscas, pero estaría bueno que cada palabra que digamos con un sentimiento de la mano, tengamos en claro lo que significa y cuanto vale, para que el día de mañana, nadie deje en el otro una cicatriz, que diga: Te creí amar, te quise pero no lo suficiente, a decir verdad no te necesite, y por eso te fallé.
Un día comprendí que el silencio dice mas que mil palabras, que tomar una mano no significa atar a un corazón, que no se debe correr detrás de alguien que siempre huye de ti, que el amor te lo deben demostrar no se debe mendigar, que a alguien quién queremos solo se le pude desear toda la felicidad del mundo así no sea a tu lado.

Imposible. Una palabra difícil, fría, inalcanzable. ¿Pero de verdad hay cosas imposibles? ¿Que significa para nosotros lo imposible? La verdad es que no lo se. Aunque pienso que es una excusa, una excusa muy inútil que se invento alguien cuando no consiguió realizar algún sueño… a lo mejor no consiguió dar la vuelta al mundo o no consiguió encontrar el amor verdadero, o quizás era porque simplemente quedo atrapado en un problema fácil de resolver pero cegado por la misma palabra, imposible. Puede haber tantas razones a causa de la creación de esa palabra. Pero nada es imposible, si intentas alcanzar tu sueño, si pones todo tu empeño, toda tu fuerza, lo conseguirás. De alguna manera, o de otra, pero se que lo conseguirás. Porque si alguien te dice alguna vez,  eso es imposible, no le hagas caso. Que esa persona no quiera destruir lo que vos crees, lo que vos pensas, porque es algo que vas a hacer vos y nadie más lo hará. A si que ignorá, confiá en vos mismo, y seguí, deja que ese imposible pase a ser improbable, porque al fin y al cabo acabara siendo Posible. 
Y ves? Ya terminó la novela, la ridícula novela de capítulos infinitos que parecía que nunca llegaba su desenlace. Pero como ya sabes, en todas las historias abajo siempre dicen: FIN. Y acá estoy, al final del problema que creí indomable y doloroso. Sinceramente debo decirte que lo creía más difícil, y nunca resulto tan simple. La clave es usar la razón, y nunca dejar pisarse. Nadie es más que uno, y uno no es más que nadie. Pero por eso, no iba a dejar que las marcas de heridas no me dejen continuar mi camino que emprendí hace 16 años, y cada vez toma más sentido. Y hoy si, lamento decir también que tengo miedo de sentir alguna sensación que saque sonrisas y tenga que implicar poner confianza en alguien. Pero como dicen, todo pasa. Como olvidé, como recordé, como tropecé, como me levanté, voy a volver a EMPEZAR.



Nunca pensé que pudiera llegar a decirtelo así: buscate otro lugar
Tu ya sabes como soy, tener que decir la verdad. No se si elegí la mejor ocasión pero nunca te quise dañar. Parte de mí, eres parte de mí. Tengo miedo a llegar y que no estés aquí.
Se acabó, ya no era igual. No quiero estirar el final, ahora la noche ocupo mi lugar.
Lo siento me tengo que ir. Y te miro en silencio, llorando por dentro, pensando por donde salir. Sin saber que decir. Que sucedió, que pasó yo no lo se. Solo Dios es testigo de cuanto te ame. Quisiera dormir pero no lo consigo, no puedo dejar de pensar, ayer estabas aquí conmigo, hoy no te quisiera encontrar.

Te fumas los sentimientos como quien se fuma un cigarrillo.
¿He dicho sentimientos? Perdón, quería decir corazones.
Te los fumas en unos minutos
, antes de tirarlos al suelo y pisarlos, no sea que quede algo de vida en ellos.
El problema es que ese par de minutos las vives con mucha intensidad, como si cada una fuera la última y tuvieras que exprimir hasta el último rincón del corazón de turno, aprovechar hasta el más insignificante minuto que le quede, aún sabiendo exactamente cuándo y cómo acabará.
Exprimes corazones en vez de naranjas, te bebes con mucha sed todo lo que puedas de ellos, y tiras el envoltorio vacío a la basura.
Y claro, desconciertas. Nadie se espera que después de tanta pasión
acumulada en cada esquina de la calle y del
cuerpo venga la
desilusión y el fin a abrir una herida nueva.
Eso, por mucho que te empeñes, no se vende como filosofía al por mayor. Lo vendes sólo vos, dejando una buena cicatriz por firma sobre el pulmón izquierdo.







Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España