...

Nunca es suficiente, siempre falta una pieza, siempre algo esta mal, algo no funciona.
Das el corazón, sabiendo que te pueden herir como quieren, dando esa debilidad que es única, pero confias, confias en que todo puede salir bien y no repetir historias. Pero no. Nada es suficiente y en el momento que no te diste cuenta, te encontras inundando los ojos de nuevo.
Querer todo cuando no se lo tiene, no sirve. Queré cuando está, no cuando se fue.
Mezcla de angustia y de bronca, no quería tropezarme de nuevo de la misma forma.
Porque nunca me dejo querer, nunca me permito querer, nunca me permito jugármela por alguien, por miedo a llorar.
Y acá estoy, arriesgué más de la cuenta y pago el error otra vez.
Yo dije, me tenía miedo, de fallar. Ahora me tengo miedo, pero de no volver más.


Ya se que no me animo a soltarte. Admito mi sensibilidad, admito mi poca fuerza para seguir después de conocerte.
No aprendo tan fácil a caminar sola y perder la costumbre.
El problema fue que hubo demasiada historia y poco tiempo.
 Acostumbrarme a vos, a tus palabras, a tus manos, tus te quiero pero no quiero. No quiero? Si, no quiero. No querer arriesgar y repetir historias. No querer animarse a sentir. Pero lamento decir que no puedo luchar contra la corriente, no puedo pelear y quedarme sin fuerzas, yo espero, yo quiero, yo puedo, pero me agota la misma desconfianza.
A veces cuelgo la mirada del techo, pienso y se me cae un pedazo de cielo que creí tener. Pienso en que el adiós puede ser hoy, mañana o en tiempo, pero hay adiós y eso me inunda, me pega el nudo en la garganta.
No voy a vivir en intermitencia, solo por quererte.
Si hay que decir basta, pondré mi poca voluntad para hacerlo, no quiero llorar. Para vos es un juego que se juega para empatar y salir sin perder nada, para mí es más que eso, es más que momentos sueltos.
No pretendo que valores lo que quizá no tenga valor, pero mi miedo, es irme y no volver. Me tengo miedo.




Temblando de nuevo, me hace sentir ese frío, rico frío, por la espalda.
Recuerdo todo, hay veces que me es de gusto poner recuerdos en mi cabeza, viendo todo lo que me hiciste sentir.. ¿Qué absurdo no? Como dura poco todo en esta vida, un par de momentos que erizan la piel más que cualquier viento frío.
Perdón, no quiero recordarte. Quiero avisarte, que aunque ya no tengas en tus manos mi debilidad, mis manos tocaron tu cielo, colmaron mi mente, sacaste un peso, colgaste tus alas en mi espalda.
Tu revancha se hace infinita, ganamos en no perder. Nos.




Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España