Hay momentos que
podes tocar ese cielo que pensaste, en cualquier momento, en cualquier lugar,
la felicidad llega cuando menos la esperas. Trepa despacito, tan suavemente
como mis besos cómplices de tus miradas.
Escucho mi felicidad
en palabras simples que me hacen saber que este tiempo, a pesar de todo, no me
equivoque.
Pero no puedo vivir
con el miedo a que hoy es así, y mañana de otra manera. Aunque me acostumbre a
tus maneras, al hoy si, mañana no.
Me mostraste lo mejor y lo peor de amar, lo mas dulce y amargo. Entendí tu
forma en el paso del tiempo, a no decir lo que esta demás, a decir lo que se
siente y nada más. A hacer cortas las razones y largos los te quiero. A estar
con vos, mas que nunca y como siempre, a hacer compañía aunque no este al lado,
a prestarte mi sonrisa las veces que quieras. A mirar lo simple de tus maneras,
y querer cada manía. Y así, aceptándote, seguí amándote siempre. Nunca te diría
que cambies nada, porque amo todo. Tus silencios en la medida perfecta, tus
caricias justo a tiempo.
Lo único que te pediría, es que a pesar del tiempo y sus circunstancias,
esto que no sabe de tiempo ni de formas, nunca se termine.