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La vida es un mar de oportunidades, que un día, sin que te des cuenta, se te escapa de las manos. Creí que quizá, era raro, pero podía terminar mi oportunidad. Me di cuenta quien esta en las malas, quien te da una mano y esta ahí aunque te caigas, o estés realmente mal. Fue un momento que creí haber sido feliz en estos años, pero falta mucho más. Todo paso en un segundo, y esos segundos, me hicieron cambiar mi forma de pensar. Como una situación puede cambiar tu forma de ver y apreciar las cosas. Creí que no iba a poder ver todos los días las cosas que veo, que no iba a poder pasar esa prueba de la vida. Pero puedo y voy a poder. Me di cuenta que hoy vivís, y mañana realmente no lo sabes.  Lo viví, y no voy a desaprovechar oportunidades en la vida por esperar siempre un futuro que no se cuando llegará, el tiempo es ahora.
Miraba lejano, miraba real. Sentía unos brazos sobre mi cuello, y el viento que me suspiraba en la cara. 
Dije tres veces lo mismo, te extraño. Y sentí los pies en el suelo, los ojos derramando tristeza una vez más por creer ese momento. Desperté y caí duramente en la realidad. Recordé una vez más los finales de una historia que nunca más quería volver a recurrir. Cuanto quisiera no perderte, pero las causas me obligan a mirar para otro lado, tomar otro camino y continuar mi historia.


Hagamos de cuenta que el miedo no existe. Hagamos un pacto de reciprocidad sin afectar la vida del otro. Todo queda en nada, y nada es muy poco. Tratemos de no perder más tiempo, ganemos en alejarnos. Poner las cartas en la mesa, las trampas sacarlas de la manga, las palabras borrarlas y dejar solo papel con renglones en blanco, para escribir nuevas historias. No miremos atrás, tampoco adelante. Porque no existe futuro, no existe un quizá, no existen más intentos. Vivamos la vida, sin someternos. Así, será mejor.
Y como dicen a veces, siempre es la última vez.
Difícil es cuando vez que no es lo mismo. Cuando ni siquiera tenés esperanza, ni siquiera ganas. Y si las cosas así, que nada las cambie, a equivocarse, patear errores, mirar para otro lado y no dejar entrar miedo. Equivocarse conciente, y vivir el presente. Teniendo en cuenta que nada dura para siempre. Lo equivocado, si no duele ya, es un alivio para pocos. Soy inmune, aprendí de mis errores.
 Bad decisions, that’s all right.

Quién sabe la suerte que nos deparará esta vez la vida, las cartas que nos repartirá esta vez, la forma en la que las jugaremos. Algunas veces ganaremos, otras veces perderemos, pero siempre nos quedará la ilusión de que después de todo esto llegará algo grande, algo que mueva montañas, que se eleve más alto que las nubes, algo que nos haga ver que todo este tiempo de lucha ha valido la pena.

ojalá que el deseo se vaya tras de ti
ojalá que la tierra no te bese los pasos
ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora, un disparo de nieve
ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones
ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espalda
ojalá que tu nombre se le olvide esta voz
ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado
ojalá que la luna pueda salir sin ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Me siento libre, descargo tristezas, abrazo al viento, escapo penas, vuelo aun mas alto, me siento yo misma, todo eso, cuando bailo. Siempre querer llegar a la perfección, no es la meta. A veces la perfección está en ser imperfecto. Bailando encontré una manera de sentir, diferente a las demás. De verme bien sin importar mis defectos.
Y de olvidarme de todo. De lo que se fue, de lo que perdí, de lo que aposté, de lo que sentí. Me hace sentir una energía positiva, me saca sonrisas y un esfuerzo y orgullo enorme al ver lo que a veces pueda lograr aunque no sea de lo mejor.
Bailar, es soñar con los pies.






Cuéntame todo. Escribe todo, garabatea en un cuaderno, envíame un e-mail. No importa, pero yo quiero saber todo. Así estaremos siempre juntos, aunque estemos separados. De esa manera, cuando menos lo esperemos...nos volveremos a ver.


                                                                                                                                          Querido John



Me doy cuenta que cuando menos te pienso, mas te veo, mas te encuentro, sin quererlo. No quiero que aparezcas mas ni en mi mente, ni en mi alma, ni en nada que tenga que ver con mi vida. Porque ya es inútil engañarme a la hora de decir que te veo y es algo rutinario, no. Lo se bien, se bien como se siente el puñal de los recuerdos cada vez que me acuerdo de tus fallas. De como reaccione, que no fue lo mejor, pero fue lo que sentí. Y ahora tratando de convencer a mi corazón, y aplicar ayuno a tus abrazos. Decir que no y hacerme fuerte a pesar de las tormentas y corrientes que me llevan al centro de tu voz.
Hice incontables historias a cerca de esto, si, de lo que me pasa, pasó y nunca más va a pasar hasta que yo lo decrete. Todos los de ayer, fueron diferentes. El dolor parecía casi no existir, era solo miedo, pero recordar aunque sea cuando reís me recordaba todo lo que quería que fueras en mi, y que nunca llegaste a ser porque vos lo decidiste asi. Lo que escribo hoy es tan diferente, solamente me dan sentimientos en juicio por no saber parar donde había que parar, juzgados por sentir mas de la cuenta, tratando de pagar fianza para salir de este circulo que no tiene fin.





Ya nunca va a ser igual. ¿Qué se supone que debo hacer? Cruzarme con él y hacer que no existe, que no existió. Si hasta he borrado tu teléfono por miedo a caer en la tentación. No soporto el silencio, ni un simple 'hola'. Si desde entonces voy tirando de recuerdos. Entonces si, es como si hubiera muerto, como si él hubiera muerto.
¡Qué lo quiero! Ha sido el único que quise con amor.
Me negó un beso para pedírmelo luego. Me hizo volar.
Y ahora prefiero pensar que ha muerto, a decir que nunca me importó a reconocer que no me quiere.
No me creo importante, pero lamento decirte, que te perdiste conocerme. Aunque sea para saber como trato a la sinceridad, a la confianza y a los sentimientos. Deberías saber que no me es de gusto dejar cicatrices por donde paso, pero si dejar recuerdos y un futuro que todavía no se cual será. Deberías saber que en mi corazón no hubo nadie que puso bandera de conquista, que pudo limitar los sentimientos y penas. Deberías saber que estuviste cerca de la meta, de llegar a tener todos mis sentidos para vos, y una y otra vez todo se perdió como arena entre los dedos por tu desicion, rápidamente pero evidente.

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