Hay días que te extraño tanto que quebraría mi orgullo para sentirme mejor.
Hay días que te odio, te siento tan lejos que te odio. Te odio con ese amor que
solo vos y yo sentimos.
Hay días que no
pregunto por futuros y pregunto por pasados porque dudo de todo, hasta del
aire que respiro.
Hay días que no me pregunto nada, y solamente recuerdo
lo mejor y soy feliz.
Otros días te tengo conmigo y no pregunto ni el por qué te quiero tanto, simplemente dejo fluir cualquier caricia y palabra.
Y un día después me pregunto si te voy a perder, si me
vas a perder, o no te voy a soltar la mano nunca.