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Hay días que te extraño tanto que quebraría mi orgullo para sentirme mejor.
Hay días que te odio, te siento tan lejos que te odio. Te odio con ese amor que solo vos y yo sentimos.
Hay días que no pregunto por futuros y pregunto por pasados porque dudo de todo, hasta del aire que respiro.
Hay días que no me pregunto nada, y solamente recuerdo lo mejor y soy feliz.
Otros días te tengo conmigo y no pregunto ni el por qué te quiero tanto, simplemente dejo fluir cualquier caricia y palabra.
Y un día después me pregunto si te voy a perder, si me vas a perder, o no te voy a soltar la mano nunca. 


Hasta mi inconciente te quiere. Mi capricho se volvió incondicional. Todo sigue igual, como lo conociste. Pero cada vez se sienten más los pasos y el tirón de lo mismo, del mismo gusto a nada. Nunca me da nada igual, y ahora lo empecé a sentir. Ahora empecé a sentir la indiferencia, lo sola que me siento. Las ganas de dejar mis valijas en la puerta de salida y de la manera que sea escaparme de la historia de mil hojas, todas iguales.
No sabes a veces lo que necesito un abrazo, alguien que me entienda, o quizá no me entienda, simplemente me escuche. No sentirme una piedra, sentirme como soy, de carne y hueso y con más sentimientos que palabras.
Como explicarte que mi amor no tiene limite pero mi paciencia si ?
Como sacarte la seguridad que tenes, que no me voy a ir, que siempre voy a estar?
Necesito que seas mi solución, no mi problema.
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