...

Estoy esperando alguna respuesta inesperada, como alguno de los mensajes con los buenos días, con esos te quiero, con esos te extraño, con esas palabras que leía y causan efecto en mi. Otra vez te vuelvo a llorar, te extraño. Es que no se que es lo que extraño de todo lo que siento.
Por que no querés reconocer que a veces sentís, pero sos tan cagón de jugártela? No pretendo que dejes nada por mí, pero no te mientas, no quieras ocultar algunas verdades.
Cuando dije que no apostaba, ya no esperaba mas nada de los dos, me diste una ultima caricia para seguir luchando contra vos.
Aunque no exista en tu vida, aunque quizá no pase ni un segundo por tu mente, y sea una persona mas de las que pasó por tu libro de historias y memorias, todavía sos mi presente.
No entiendo que me hiciste, porque había jurado no querer sentir más de la cuenta, pero hiciste que creyera en todo lo que no creí.
En una canción, en una palabra, en una frase. Te recuerdo y me sonrío y me dan ganas de tenerte como hace tiempo, yo amarrada a tu cintura y que el mundo importe poco. No me dejes que no sienta mas esa sensación, nariz con nariz, buscándole ese gusto a la felicidad.
Tengo miedo de quedarme en el camino para vos, y que vos termines siendo mi único camino. Me soltás la mano y alguna que otra vez me volvés a tocar el hombro buscando alguna palabra, algún momento, y no se decir que no.
Lo sabes, hice todo lo que pude y hoy me rendí.



Te acordas cuando me abrazabas y desaparecían todos, todo, era yo en tu mundo?
Que mezcla de sensación que me daba abrazarte, verte, escuchar tu voz, tus quejas, tus retos, tus desafíos, tus te quiero bajitos que llenaban cada espacio con luz.
Recostada en tu hombro, con tus ojos en los míos me decían que eras eterno, que ese momento no debía terminar, que iba a tener mi propio refugio en vos.
Te recuerdo y construyo una sonrisa enorme en mi cara y a la vez, los ojos llenos de lágrimas.
Siempre dijiste la verdad aunque haya dolido, hasta cuando te fuiste.
Cuanto me hiciste sentir, es increíble.
 
No poder con tu propia voluntad es señal de que todavía no creíste nunca en el amor, nunca sentiste lo que se siente cuando comenzas a querer.
No poder evitar el deseo, recuerdo que alguien me dijo:
“no pierdas en un momento lo que construiste en tiempo”.
No dije que construimos castillos enormes de sueños, pero creí crear la base de mi equilibrio y mi voluntad.
La cobardía es escape, es abrir una ventana donde hay solo una puerta, para respirar y olvidarse de que algo quedo atrás sin afrontarlo. Pero con esa metodología, no conseguís más que juntar intentos en un cajón, dolores ajenos que son parte de esto.
Me dejaste con mis manos colmadas de sueños, tirando de momentos.
Tengo un defecto que me cuesta cambiar pero voy a sacar:
No puedo dar puntos finales a los capítulos de mi vida, pienso que siempre la historia sigue. Aprender que un punto al final de una oración, es un adiós, no un hasta luego.

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España