Sé que fui, ingenua y me sentí
colgando mariposas en el cielo,
Y hoy estoy temblando al ras del suelo.
Reconozco que suele ganarme de mano mi orgullo, mi corazón pone coraza al amor, tiene miedo al sentir, tiene miedo al decir que puede llegar a amar sin límites y luchar por lo que quiere, pero no lo quiere demostrar, porque no recibiría lo mismo. Ni quiere arriesgarse a padecer alguna historia sin final feliz, aunque haya muchos finales diferentes, que pueden resultar.
Si siempre recurro al mismo cauce, nunca saldría a un nuevo destino, a un nuevo comienzo, siempre se repetirían los capítulos.
Use la ilusión como causa de alguna felicidad, pero sin entender que ilusión no es realidad. Solo se queda allí a veces, sin tener consecuencias en un después. Es un tropezar para aprender constante, es una ida y vuelta que parece no terminar. No importa, si uno se cierra, no entrarían más ilusiones que pueden terminar en historias que merezcan ser contadas.
me encanta :)
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