De tanto caminar en una cuerda floja, perdés el equilibrio y caes al abismo. De tanto perder, te volvés resistente a los errores. De tantas lecciones, aprendés el objetivo de tus metas. Y además, aprendés a quererte, a sentirte alguien, no algo. A vender por sentimiento cada abrazo. Ningún pie es lo suficientemente grande para pisarte, ninguna piedra es invisible en el camino. Aprendés que cada adicción, por más irremplazable que sea, siempre hay algo mejor. Cada vacío, una nueva ilusión puede llenarlo. Los sentimientos marchitos vuelven a florecer cuando sale el sol, cuando hay un día nuevo y todo es más claro.
Lo mejor de los errores, es eso, aprender. Tomar cada cosa, por lo que es, no por lo que significa.
Linda entrada! Y muy cierto.. 'de los errores se aprende' Un besito! :)
ResponderEliminarQué blog más lindo. Te sigo :)
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