...


Te fumas los sentimientos como quien se fuma un cigarrillo.
¿He dicho sentimientos? Perdón, quería decir corazones.
Te los fumas en unos minutos
, antes de tirarlos al suelo y pisarlos, no sea que quede algo de vida en ellos.
El problema es que ese par de minutos las vives con mucha intensidad, como si cada una fuera la última y tuvieras que exprimir hasta el último rincón del corazón de turno, aprovechar hasta el más insignificante minuto que le quede, aún sabiendo exactamente cuándo y cómo acabará.
Exprimes corazones en vez de naranjas, te bebes con mucha sed todo lo que puedas de ellos, y tiras el envoltorio vacío a la basura.
Y claro, desconciertas. Nadie se espera que después de tanta pasión
acumulada en cada esquina de la calle y del
cuerpo venga la
desilusión y el fin a abrir una herida nueva.
Eso, por mucho que te empeñes, no se vende como filosofía al por mayor. Lo vendes sólo vos, dejando una buena cicatriz por firma sobre el pulmón izquierdo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

suspiros

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España